Como cualquier sistema mecánico, los digestores anaeróbicos de fangos de depuradora pueden enfrentar problemas que afecten significativamente su eficiencia y rendimiento. En este artículo exploraremos prácticas comunes de prevención y solución a estos problemas.
Monitorear la producción de gas. Uno de los principales indicadores de la salud de un digestor anaeróbico de fangos de depuradora es la producción de gas. Una menor generación de biogás podría indicar un problema dentro del digestor. Es importante monitorear regularmente los niveles de gas para asegurar que estos sean consistentes con los datos históricos. En el caso de registrarse una caída significativa, podría deberse a variaciones en el fango de alimentación, cambios operativos o potenciales problemas en el digestor.
Verificar las fluctuaciones de temperatura. La digestión anaerobia es sensible a los cambios de temperatura. Se requieren temperaturas de operación óptimas para que los microorganismos que descomponen la materia orgánica puedan realizar su actividad de manera efectiva. Las caídas o picos bruscos de temperatura podrían provocar una reducción en la producción de biogás o incluso fallas en el proceso. Para evitarlo, es recomendable medir y registrar regularmente los valores de temperatura en diferentes puntos dentro del digestor para detectar cualquier irregularidad a tiempo.
Observar la formación de espuma y flotantes. La formación de espuma o acumulación de flotantes en la superficie del digestor suele ser un problema común. Esto puede interrumpir el proceso anaeróbico y llevar a una reducción en la producción de gas. Si se observa una espuma excesiva o capas espesas de flotantes, podrían estar indicando un desequilibrio en el proceso de digestión, posiblemente causado por una mezcla incorrecta, deficiencias de nutrientes o una carga orgánica excesiva.
Verificar los niveles de pH. El nivel de pH es un parámetro crítico para el proceso de digestión anaerobia. Indica la acidez o alcalinidad del ambiente del digestor. Una desviación significativa del rango óptimo de pH puede inhibir la actividad microbiana responsable de la producción de biogás. Para evitarlo deben monitorearse regularmente los niveles de pH y, en caso de que se encuentren fuera del rango recomendado, se deben tomar las acciones correctivas correspondientes.
Inspeccionar la composición del gas. Además de monitorear la producción de gas, es esencial verificar la composición del biogás. El biogás está compuesto típicamente por metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2). Un cambio en la composición del gas, con una disminución del contenido de metano, podría indicar problemas en el digestor. Es importante utilizar analizadores de gas para evaluar la composición del biogás y así poder abordar cualquier anomalía rápidamente.
Resolver problemas de agitación y mezclado. Lograr una mezcla adecuada es vital para obtener una digestión anaerobia eficiente. Una mezcla deficiente puede generar una distribución inadecuada de microorganismos, lo que resulta en una degradación incompleta de la materia orgánica y una reducción en la producción de gas. Se recomienda inspeccionar y mantener regularmente los agitadores o sistemas de mezclado para garantizar una mezcla constante y eficiente dentro del digestor.
Analizar la calidad del fango de alimentación. El tipo y la calidad del fango de alimentación impactan directamente en la digestión anaeróbica. Si la composición del fango de la depuradora cambia significativamente, el digestor podría tener dificultades para adaptarse, lo que resultaría en una menor producción de biogás. Para evitarlo debe analizarse regularmente el fango de alimentación evitando los cambios bruscos en su composición.
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